20/7/07

La técnica Mordejai

"En Misericordia me propuse descender a las capas ínfimas de la sociedad matritense, describiendo y presentando los tipos más humildes, la suma pobreza, la mendicidad profesional, la vagancia viciosa, la miseria, dolorosa casi siempre, en algunos casos picaresca o criminal y merecedora de corrección. Para esto hube de emplear largos meses en observaciones y estudios directos del natural, visitando las guaridas de gente mísera o maleante que se alberga en los populosos barrios del sur de Madrid. Acompañado de policías escudriñé las "Casas de dormir" de las calles de Mediodía Grande y el Bastero, y para penetrar en las repugnantes viviendas donde celebran sus ritos nauseabundos los más rebajados prosélitos de Baco y Venus, tuve que disfrazarme de médico de la Higiene Municipal."



"El moro Almudena, Mordejai, que parte tan principal tiene en la acción de Misericordia, fue arrancado del natural por una feliz coincidencia. Un amigo, que como yo acostumbraba a flanear de calle en calle observando escenas y tipos, díjome que en el Oratorio del Caballero de Gracia pedía limosna un ciego andrajoso, que por su facha y lenguaje parecía de estirpe agarena. Acudí a verle y quedé maravillado de la salvaje rudeza de aquel infeliz, que en español aljamiado interrumpido a cada instante por juramentos terroríficos, prometió contarme su romántica historia a cambio de un modesto socorro. Le llevé conmigo por las calles céntricas de Madrid, con escala en varias tabernas donde le invité a confortar su desmayado cuerpo con libaciones contrarias a las leyes de su raza. De este modo adquirí ese tipo interesantísimo, que los lectores de Misericordia han encontrado tan real. Toda la verdad del pintoresco Mordejai es obra de él mismo, pues poca parte tuve yo en la descripción de esta figura. El afán de estudiarla intensamente me llevó al barrio de las Injurias, polvoriento y desolado. En sus miserables casuchas, cercanas a la fábrica de Gas, se alberga la pobretería más lastimosa. Desde allí, me lancé a las Cambroneras, lugar de relativa amenidad a las orillas del río Manzanares, donde tiene su asiento la población gitanesca, compuesta de personas y borricos en divertida sociedad, no exenta de peligros para el visitante. Las Cambroneras, la estación de las Pulgas, la Puente Segoviana, la opuesta orilla del Manzanares hasta la casa de Goya, donde el famoso pintor tuvo su taller, completaron mi estudio del bajo Madrid, inmenso filón de elementos pintorescos y de riqueza de lenguaje."

(Benito Pérez Galdós, Prefacio a Misericordia)

4 comentarios:

Mabalot dijo...

La verdad, y perdón por lo que me toca en cuanto a falta de modestia, es que estamos convirtiendo este trozo de internet en un archivo de recortes magnífico. Y sobre todo qué buena mano tienes para localizar y traer al caso citas interesantes para esto que estamos investigando.

Misericordia, sino recuerdo mal es la primera novela de Galdós que leí. Fui a ella por una mezcla de curiosidad y aburrimiento en una tarde de domingo en casa de mis abuelos. La Santa Curiosidad y San Aburrimiento, cuanto bien me hicieron. Desgraciadamente San Aburrimiento apenas se deja ver ahora que uno ya es adulto, a todas luces (siempre demasiado adulto, que aun no me lo acabo de creer), pero Santa Curiosidad... ah, esa sigue intacta a mi lado, tentándome a cada momento...

Un saludo a todos los amigos de esta cofradía.

conde-duque dijo...

Qué poco éxito... O los amigos de esta Cofradía se han quedado mudos, o esta entrada no ha suscitado ningún interés.
Rezaremos a San Aburrimiento y Santa Curiosidad, a ver qué pasa...

gregorioecologista dijo...

Es que Galdós es mucho Galdós, y este fragmento, a mí, personalmente, no me ha parecido demasiado representativo...
Y sobre todo, poco después de haber traído hasta aquí a María Zambrano, una de mis debilidades.

Mabalot dijo...

Pues a mí me gustó. Me pareció muy acertado aquí. Es imposible escoger un fragmento que represente a Galdós, y no es eso lo que se pretendía, me parece.

Seguiremos buscando...