25/6/07

PAPELES PARA UNA IDEA, 1

Los fundadores del Círculo Solana vuelven a pensar en el realismo, en un cierto tipo de realismo que no sólo no requiere adjetivos sino que requiere no tenerlos. La miopía retrospectiva de nuestros escritores les autoriza a jactarse de no ser realistas, aunque algunos lo son demagógicamente y también se jactan de ello. Siempre se burlan del realismo social y del realismo costumbrista y del realismo galdosiano y siempre añaden un adjetivo al realismo, como una banderilla más, ignorante y umbraliana, en una cuestión que no es de gusto sino de profesión. Galdós no es nuestro más grande novelista porque escribiera novela realista, sino porque técnicamente no tiene rival. La intuición que se necesita para describir el mundo y no aburrir, para gobernar ese carruaje con docenas de caballos cada uno de los cuales querrían tirar por un camino distinto, esa intuición es una colosal muestra de oficio cuya técnica se puede aplicar a cualquier género, incluido el realista.
Pero el realismo de Galdós consiste en describir el mundo para que se sepa cómo es, y también para rescatarlo, para consagrarlo en palabras. Lo que intentó (y consiguió) Galdós con Madrid se ha intentado muy pocas veces después por la sencilla razón de que es muy difícil, y que sólo con una magistral combinación de todas las técnicas posibles se puede conseguir la gran obra de arte. Lo demás es un realismo parcial, mediatizado muchas veces por su modernidad.
Una parte de ese realismo es la capacidad para nombrar las cosas y darles vida, que es lo que aquí alabamos de Solana. La realidad es muy compleja y acometerla una empresa que requiere demasiada destreza, en tiempos de Solana y ahora. Nuestra literatura contemporánea no es muy capaz de separar por completo al escritor del narrador, ni de practicar esa lírica de inventario que practicaba Defoe hasta conmovernos con listas de objetos. Defoe no creaba metáforas, pero sabía describir las metáforas generadas por la realidad.
Nadie va buscando realismos ideológicos sino la capacidad de comprender la realidad como Antonio López comprendió al conejo desollado que pintó en un plato. Ese conejo es la realidad piadosa y la realidad carnívora, nuestra doble, contraria mirada sobre el mundo. Y esa piedad y esa crudeza, esa ternura y ese cinismo, es lo que hace que las descripciones de Solana trasciendan al ámbito de la gran literatura.
Como decía Gabriel Miró, aquí el único problema es el de quien no sabe hacerlo. Hablamos del realismo y hablamos de la literatura como forma de mirar, del verbo al servicio de la cosa. Realismo es todo aquello que ayuda a describir un mundo, real o imaginario, da lo mismo. El realismo juega con las estructuras de la realidad, con la forma natural de recordar o desear. La verbosidad y la egolatría son malas amigas de esta clase de literatura. Pero, bien administradas, pueden resultar útiles. Todo dependerá de la distancia exacta a la que se mantenga el autor, del punto desde el que el pintor sepa contemplar su obra.

14 comentarios:

conde-duque dijo...

Sólo puedo quitarme el sombrero y aplaudir. Cierto: la banderilla del adjetivo, la intuición y la técnica para describir un mundo de forma verdadera (sí, el Madrid de Galdós), la crudeza, ternura y cinismo de Solana, el conejo desollado de Antonio López (genial: "Ese conejo es la realidad piadosa y la realidad carnívora, nuestra doble, contraria mirada sobre el mundo")...
Vamos a disfrutar mucho leyéndo estos papeles, que se anuncian como serie y prometen ser la estructura fundamental del Manifiesto. Alea jacta est.
Muchas gracias, don Antonio.

Anónimo dijo...

Estoy completamente de acuerdo con el comentario sobre el realismo. Quien reniega del realismo reniega de la gran literatura. Las grandes novelas siempre son realistas. El realismo que, por cierto, cuaja y se desarrolla mundialmente aquí, en España, con el Lazarillo, La Celestina, El Quijote, El diablo cojuelo, aunque todas ellas beban del realismo más fantástico del Asno de oro. De aquí pasa a Francia, con el Gil Blas de Lasage y más tarde con Flaubert, Zola, Balzac etcétera. En Inglaterra están Defoe, Fielding (Tom Jones) y Dickens. Y nuestra novela realista española también tiene una influencia enorme en Gogol y sus Almas muertas y en Dostoievski. La novela realista, la gran novela, es española. De España se expande al resto de países, con esas maravillas de novelas, enormemente difundidas, que son El lazarillo, La Celestina, El diablo cojuelo y El Quijote -ya quisiéramos tener hoy día un lote de novelas tal para exportar. Es España la que da el empujón y fija los márgenes de la novela realista, de la gran novela.

"Todo dependerá de la distancia exacta a la que se mantenga el autor, del punto desde el que el pintor sepa contemplar su obra". ¿No os recuerda a cuando Antonio López, en esa joya de película llamada El sol del membrillo, clava en el sueño esos clavos para fijar los pies en la tierra? Ese gesto de clavar los clavos, de fijar los pies tras ellos, define como nadie el punto de vista que se ha de asumir al acometer cualquier obra de arte, ya sea novela, cuadro o canción.

M. dijo...

Mis queridos amigos..., vuelvo a casa y me encuentro ¡una nueva casa! Mi felicísima enhorabuena. Qué gustazo.

Mañana (¡la ñ!, ¡bendita ñ!) vuelvo al tajo. Al pico y la pala. ¡A envejecer se ha dicho!

Un fuerte abrazo. Vuestra escritura es un gustazo, una maravilla.

conde-duque dijo...

Hombre, Manuel!!! Bienvenido de nuevo a la patria!!!! Nos tendrás que ir contando poco a poco lo que has visto, que seguro que tienen el buche lleno de imágenes inolvidables...
Un fuerte abrazo.

Mabalot dijo...

Buenas. Manuel, bienvenido, hombre, después de hacer las américas. Espero que no vengas con un traje de seda blanco y un puro en la boca. Esperamos esas crónicas, los detalles, esos detalles, de puerta de hotel para afuera, para dentro es cosa tuya, privada... Encantado de que vuelvas al tajo, ya se te echaba de menos. Un abrazo fuerte.

Y ahora quiero felicitar al maestro, porque leo sus frases como el creyente lee la biblia, como el madridista el Marca. Bueno; admiro de don Antonio sus "noveluchas", como él las llamas (el nombre del género me encanta, moriré diciéndolo, con 120 años), pero es en las Bernardinas, como quien no quiere la cosa donde don Antonio está escribiendo unos libros de artículos/ensayos que ya se verá... Tiembla, España...

Pues bien; ayer muy tarde, mandado por el insomnio, entré aquí y me encontré el artículo, que no quise comentar "en caliente" para no parecer una de esas histéricas de operación triunfo o algo así jaleando al ídolo de turno, y hasta desmayándose, lo que no me habría venido mal, dada la falta de sueño. Encuentro el principio de ese manifiesto por una nueva/vieja forma de narrar aquí. Parece el programa, la introducción, la declaración de intenciones.
Dios, estuve rumiando algunos puntos del artículo pero va a ser escandaloso escribir un comentario kilométrico. Destacaré algunos puntos que creo que es bueno resaltar:
-Realismo sin adjetivos.
-Se trata "de describir el mundo para que se sepa cómo es, y también para rescatarlo, para consagrarlo en palabras". Eso hizo Galdós.
-"Nadie va buscando realismos ideológicos sino la capacidad de comprender la realidad". Esto me parece importante; no hay un interés en ser realista, como quien es de izquierdas, o lo contrario. Yo creo que hay que huir de cualquier sectarismo. Realismo es sinónimo de gran literatura, este realismo, literatura sin filigrana.
-"Realismo es todo aquello que ayuda a describir un mundo, real o imaginario, da lo mismo." Para mí Cunqueiro es una autor realista, o responde a la definición realista que propugna don Antonio. Quiero decir que realismo no es sólo lo que está definido como realista en los libros de lietratura: Se trata de descubrir también ese otro realismo oculto en otros autores, que no fueron encajonados en el tradicional realismo. Ya veremos.

Hay alguna cosa que ya preguntaré porque tengo dudas. Muchas gracias, don Antonio, maestro, como dicen los músicos al director.

Un saludo a todos.

conde-duque dijo...

...Y los de la andanada sol al torero.
Sí, "seamos realistas" en ese sentido abierto y "trascendental" (Kant).
Como, sin ir más lejos (por hablar de un solanista ilustre), Ramón Gómez de la Serna, "ese realista del Mundo como no es" (lo dijo alguien y él lo repitió en un prólogo; buscaré la cita).

Daniel Pelegrín dijo...

Vuelvo a animar el nuevo proyecto, pero creo que no me queda claro por dónde van los tiros. Parece que se resume en las frases "hablamos de la literatura como forma de mirar, del verbo al servicio de la cosa. Realismo es todo aquello que ayuda a describir un mundo, real o imaginario, da lo mismo".

Esta reivindicación es tan apreciable como pertinente, pero toda reivindicación puede (y suele) tener su reverso de exclusiones y rechazos. La veo pertinente siempre que no caiga en un tópico ya frecuente entre los escritores de fama (Ruiz Zafión, por ejemplo, hace un par de años en la tele): el de que toda literatura posterior al realismo es pobre ejercicio de vanidad, que desde el siglo XIX poco vale, y que las rupturas y vanguardias (Joyce, sin ir más lejos) son estériles y no han aportado nada a la literatura. Ese dogmatismo es el peor de los ismos.

La "verbosidad y egolatría" parecen quedar fuera del testimonio de la realidad, parece. ¿Qué literatura se designa con esos epítetos? Y sobre todo, ¿cómo se define la realidad?, o ¿a qué realidad nos referimos? Una novela como Paradiso, por ejemplo, claramente no realista, ¿es hija de la verbosidad y la egolatría? Su barroquismo caribeño, su riqueza de imágenes y léxico, y sobre todo su narración de una infancia y juventud desde un prisma no realista (¿la cosa al servicio del verbo?), describen igualmente un mundo, y lo recrean, sin necesidad de ser "realista". Hay más y mejores ejemplos, claro.

En cuanto al comentario de Martín, decir que las grandes novelas siempre son realistas me parece cuando menos ambiguo (¿no son grandes novelas Ulises, o El proceso, o Rayuela o Cien años de soledad?, y no son tan "realistas"). Por otra parte, el realismo, creo, no es un fenómeno tan "español", sino simultáneamente también francés, desde Balzac y Stendhal, y ruso (Tolstoi, claro), portugués (Eça sobre todo), italiano, etc.

Perdón por este inocente zurriagazo, escrito con la mejor voluntad. Saludos a todos.

Mabalot dijo...

El Rastro... Conde, por ejemplo. El más claro.No era el comentario anterior mío una propuesta de casa de acogida, ni una justificación de autores ni nada por el estilo. Hasta Italo Calvino, ese señor que llegó mear pis de colores, tiene una primera etapa que me gusta mucho más que otras cosas de después; por ejemplo, la "novelucha" MarcoValdo, de una familia y el día a día... qué divertida...

Las cosas no están claras, por supuesto, o aún no se aclararon lo suficiente porque, entre otras cosas, sería el fin del asunto, y de escribir, y nos dedicaríamos al póker o a apostar a los caballos, como Savater. No hay una formula, hay tanteos, que son palos de ciego un poco, pero ya es bastante en este tema donde ver algo y poder expresarlo es tan difícil.
Las exclusiones y rechazos en esto de la literatura no tiene que tomarse como una gran putada; No vamos a leerlo todo, ni a considerar a todos maravillosos. Si fuese feo me aguantaría y no diría por ahí que me excluyen las mujeres. Cosa que no me pasa. Gran fallo no saber decir que no a algunas cosas; yo he leído demasiada paja, demasiada (también me hice demasiadas pajas, pero ese es otro tema).Me hubiera aprovechado mejor leer con algo menos de dispersión y saborear lo que a fin de cuentas más me interesaba.

Ulises es un diccionario de estilos; El Proceso es una novela realista, que viene de Dostoievsky, un realista con dolores de cabeza; Rayuela también me parece que tira a un cierto realismo, que no linealidad; Cien años de soledad no es realista, es otra cosa.
No sigo; voy a escribir algo sobre el tema ya lo colgaré en algún lado. Es que se confunde realismo con novela decimonónica, y no tiene porqué.

No estoy hablando, aZÓFAR, de que vuelva Pereda. Aquí nos reunimos alrededor de unos buenos autores que nos gustan, y que queremos leer y comentar tratando de aprender de ellos para, si cabe, escribir nosotros algo que nos sirva al menos para quedar un poco contentos con lo que hicimos. No es un Ismo, ni un dogma. Aquí se postula una mirada, quizá un tanto despojada de atrezos literarios...

Gracias por el buen zurriagazo. salud.

conde-duque dijo...

Yo prefiero no aclararme demasiado (y menos en estas cosas), que acto seguido la palmo. Fijo.
Y espero seguir equivocándome, que si no vaya aburrimiento...

Daniel Pelegrín dijo...

Ah, no, por supuesto que no hay fórmulas únicas, está claro que sin diversidad no hay literatura, pero ya veo que me había adelantado (que es una forma acelerada de quedarse atrás). Ya me parece más clara vuestra idea de realismo, si hasta cabe El proceso... (es broma, pero ahora en serio, considero que el primer requisito del "realismo" consiste en partir de unas coordenadas espaciales y temporales reales, y eso a Kafka le importaba muy poco, por no decir nada).
Bueno, no molesto más.
Salud

Mabalot dijo...

Yo creo que don Antonio no se refería exactamente a ese realismo que se confunde con verosimilitud, o no necesariamente. Yo, al menos, no lo entiendo así; La Metamorfosis puede ser una novela realista, en este sentido que le damos aquí.

Insisto; "Hablamos del realismo y hablamos de la literatura como forma de mirar, del verbo al servicio de la cosa. Realismo es todo aquello que ayuda a describir un mundo, real o imaginario, da lo mismo."
El verbo al servicio de la cosa. Hace tiempo que hablamos de esto. No sé, es difícil, en este terreno tan empantanado, hacer ver lo que no sabe uno muy bien expresar, pero ya lo iremos viendo. Con ejemplos prácticos, como en un cursillo de socorrismo.

conde-duque dijo...

A ver: ni sectas ni decálogos ni Índice de Libros Prohibidos...
Simplemente proponer una mirada sobre el mundo, una forma de afrontar la escritura, siempre para compartir textos y disfrutar.
Yo por lo menos lo veo así.
No nos pongamos estupendos aún antes de empezar.
Un saludo.

Portarosa dijo...

Yo no me atrevo a hablar de teoría literaria, pero aprovecho el hueco que ha abierto Azófar para decir que no estoy de acuerdo con algunas cosas. No estoy de acuerdo con que el realismo pueda describir mundos imaginarios. Ni con que Cunqueiro sea realista. No.

Leyéndoos, me da la sensación de que habláis más de estilo y de tono que de contenido, y yo creía que el realismo tenía mucho más que ver con éste último (insisto: no sé). Me parece que habláis de un estilo escueto, sin sobras, sin excesos, y que habláis de un tono descriptivo.
Decís que no os referís al Realismo de las clasificaciones; será por eso que me confundo.

Otrosí: tampoco estoy de acuerdo con que las grandes novelas siempre sean realistas. Distinto es que las grandes novelas siempre, hablen de lo que hablen, hablen sobre el Hombre, sobre la vida. ¿Pero es eso realismo?

Un abrazo (como es obvio, muchas de las cosas que comento no son del post, sino de los comentarios).

Mabalot dijo...

Sí, Conde, eso:"proponer una mirada sobre el mundo, una forma de afrontar la escritura, siempre para compartir textos y disfrutar."

Estamos montando bastante follón... Salud.