23/6/07

Galdós por Ramón Gaya


"A Galdós me lo figuro dando vueltas y vueltas por Madrid, sin prisa, claro está, pero no a la manera del paseante o del ocioso, es decir, no con el placer del paseante ni el cinismo del ocioso, sino con ese paso de perro callejero que no es propiamente una lentitud, sino una sapiencia; porque eso que en los perros callejeros puede parecer vaguedad de objetivo no es más que sabiduría, sabiduría profunda, convencimiento de que no hay lugares absolutos a donde ir. Galdós, con su gabán y su bufanda, parecía un mendigo de calidad, un mendigo que no pide, que recibe todo pero que no pide; y la realidad se le iba entregando así, cordialmente, sin violencia, sin conquista, sin estudio. [...] es el secreto de Galdós, tratar a la realidad como a una igual suya, es decir, sin servilismo ni altanería y, claro, sin objetividad, sin el insulto de la objetividad. [...] La grandeza de Galdós no la encontraremos nunca en la composición ni en el contenido de sus novelas, sino en la relación armoniosa que ha quedado establecida, milagrosamente, entre él y la Realidad".
(Ramón Gaya, Obra completa, Tomo I, págs. 185-186)

4 comentarios:

conde-duque dijo...

Probando, probando. Parece que funciona bien, ¿no?
Perdón por la falta de originalidad. Ya se me ocurrirán nuevos posts.

A. C. dijo...

Bienvenido sea el blog. Esto va cogiendo color. Ya mismo voy a celebrarlo en las Bernardinas. Por supuesto, cuelga de ellas lo que te venga en gana.

Mabalot dijo...

Bien. Por favor, señores, que alguien opine sobre qué subtítulo poner bajo el título, que falta, por si lo tuviere, la descripción del invento.

conde-duque dijo...

Pues subtítulo no sé, pero habría que poner por algún lado la frase de Azorín, para que tenga sentido el título, ¿no?
Pensaré en el subtítulo, a ver si se me ocurre algo.
Joder, parece que estamos conspirando para derrocar al Gobierno o al cogollito literario... Qué emoción, oye.