10/10/07

La España Negra II, de Solana

Ya tengo en mis manos, ¡por fin!, La España negra II, subtitulada Viajes por España y otros escritos. Os cuento mis primeras impresiones. Por supuesto, sólo con hojearlo un poco puedo asegurar que el libro es la leche y que cualquiera que lo lea va a disfrutar un huevo (hablando pronto y mal). Además, los solanistas estamos de enhorabuena, porque en la solapa final se anuncia una nueva publicación de nuestro ídolo: sus textos, también inéditos, sobre París.
Ricardo López Serrano ha sido el encargado de transcribir y poner en orden los manuscritos de Solana. En un estudio introductorio nos cuenta detalladamente su gestación. No sé si es porque lo he leído de pie en el autobús, con los codos de las señoras moviéndome las tapas, pero no me he enterado muy bien. El caso es que se supone que son inéditos y que estaban en una maleta que acabó siendo donada por la familia al museo Reina Sofía: unos son capítulos nuevos de libros ya publicados, otros trozos de obras en gestación que se quedaron sin terminar, otros pasajes que el propio autor desechó...
Nos da un poco de envidia la labor de este Ricardo López Serrano, ahí, imagino que durante meses, trajinando con los manuscritos solanescos. (Lo que me parece que no viene a cuento es ese chiste final sobre la T-4 con la que termina su introducción. Hay gente a la que le gusta cagarla de la manera más tonta, no sé por qué...)
Por su parte, en un prólogo de dos páginas ("Gaveta solanesca" se titula) Trapiello dicta sentencia: "Solana es uno de los grandes escritores españoles del Novecientos. No es superior a Baroja, a Azorín, a Unamuno o Galdós, pero no es inferior a ninguno de ellos". No creo que decir las cosas así, tan tajantemente y haciendo esas comparaciones, sirva de gran cosa, pero considero que en el fondo tiene razón. Un poco después dice, jugando retóricamente con el principio de no contracicción: "Este libro inédito es y no es como los otros seis del autor". Como decía doña Rosa la de La colmena: "¡Nos ha merengao!".
El diseño de cubierta no me ha gustado nada. El de la primera parte era mil veces mejor.
***
El libro empieza, como La España Negra I, con otro genial "Prólogo de un muerto", que me parece si cabe más surrealista. Os pongo un trozo en el que salen algunos cadáveres de nuestros amigos escritores cuyas fotos aparecen en el margen. Solana se despierta dentro del ataúd, en el cementerio:
"Ha pasado el tiempo, no sé cuánto; mis miembros han ido recuperando poco a poco algo de vigor y al terrible pánico pasado ha sucedido una curiosidad sin límites, un deseo de verlo y escudriñarlo todo. Entra la luz por una claraboya y veo figuras con los atributos mortuorios, el ángel del dolor, y unos angelones con unas trompetas de la fama en alto. Salgo a ver esto aunque tengo los mienbros entumecidos, y con sorpresa leo sobre el mármol blanco con letras de bronce: "Panteón de Hombres Ilustres" [...].
El féretro de La Cierva se ha corrido un poco y ha podrido media cara al subsecretario Martínez Ruíz, Azorín, por estar debajo, como una muela podrida corrompe a otra. Azorín está en el nicho vestido de subsecretario, un uniforme muy recargado de oro, pero algo apolillado por algunos sitios; la parte de la cara que da a La Cierva está horrorosamente desfigurada, comida de gusanos y con un ojo fuera; los dientes como fuera y desprendidos de los alvéolos; tiene la boca entreabierta para poder respirar pues la nariz la tiene tapada con la mano porque encima de su nicho está el del ministro Juan de La Cierva y este tipejo, hombre de brazos cortos y afeminado, huele tan mal de los gases que lleva dentro de su cuerpo venenoso que parece que ha filtrado pus y veneno a los compañeros de admiración de política y de automóvil pues todos están negros y huelen a retrete. [...] Azorín tiene un pie fuera y podrido.
[...] Luego atrae mi vista una tumba llena de cintajos y banderas. Después de hacer algunos esfuerzos para separar estos engorros, puedo percibir la simpática figura de Don Benito Pérez Galdós. El gran escritor está enfundado en un gabán y todavía calza una abigaradas zapatillas de orillo; tiene las puntas de los dedos quemadas por el tabaco y los párpados unidos aprisionando sus ojos pequeños que tanto vieron y que tan bien supieron escribir.
La Emilia Pardo Bazán está enterrada con la muceta y toga de catedrático de literatura de la Universidad de Madrid; tiene puestos los impertinentes y por debajo de una falda morada con lentejuelas, de reunión, se ven los zapatos de baile; tiene en su nicho dos pebeteros encendidos y, a pesar de que la han embalsamado, su putrefacción es tan grande que no hay modo de enterarse de más detalles de su "tualet". Huele también tan mal que ha podrido todo el traje de reunión y de baile con que fue enterrada, los encajes, los chapines llenos de pus pestilente y los tacones torcidos en los que hay agujeros por los que han entrado gusanos y culebras que se asoman a las ventanas de sus tibias [...].
[Pío Baroja] está en el nicho con la cabeza gorda, pues la boina le viene chica, y conserva una maleta al lado, uno de esos maletines que traen los viajeros cuando vuelven de Roma de visitar al Papa con botellas de aguas benditas, cintas y escapularios."
Etcétera. Feliz lectura a todos.

2 comentarios:

Mabalot dijo...

Qué gran noticia. Aún no he leído este y ya estoy impaciente por el de París, que será la leche.

¡Azorín, subsecretario! Debajo de un ministro... Joder, y Baroja la cabeza gorda y la maleta como la que traen los que van a ver al Papa... No deja muerto con cabeza. Esta mala leche graciosa, irreverente, es uno de los ingredientes que hacen de Solana un tipo muy especial, único.

conde-duque dijo...

Maba, mira tu correo de g-mail...